Cuando hablamos de todo lo que rodea al mundo del disfraz, nuestra mente siempre suele ilustrar al niño o niña pequeña y le identifica como el protagonista bien de Carnaval o bien de Halloween. Es algo lógico que así sea: es bastante probable que sean ellos y ellas quienes más ilusión tengan por la llegada de dos puntos del año como de los que estamos hablando. Ahora bien, hay que tener una cosa bien clara: el mundo del disfraz lo es para todos y todas, ya sean pequeños, adultos o ancianos. Disfrazarse es una de las actividades más internacionales e intergeneracionales de las que disponemos en el mundo actual.