Si hay algo que debemos tener muy en cuenta de los productos en general es que siempre vamos a pagar, dentro de su precio, el país de procedencia, la calidad de los materiales empleados para confeccionar el producto y la calidad que ofrece el mismo, la marca o firma que está detrás de su fabricación y el diseño que tiene, todo eso además del valor del producto en sí.
No es lo mismo que una prenda de ropa (aunque tenga la misma calidad) esté confeccionada en Francia o Italia que en Taiwan por el simple hecho de que la mano de obra en este último país es mucho más barata y, por tanto, el producto puede bajar su precio final a costa de ese dato. Con respecto a la calidad de los materiales es bastante obvio que no es lo mismo comprar un mueble de nogal que un mueble de madera contrachapada, al igual que la calidad que ofrecen dichos muebles no es la misma. Tampoco vas a pagar lo mismo por un bolso de Louis Vuitton que por uno de H&M, porque también se paga la marca y, por supuesto, no es lo mismo comprar un bolso pasado de moda en una tienda de barrio que comprarlo de último diseño en El Corte Inglés.
Sin embargo, nada de eso indica que el resultado que te ofrezca ese producto a ti, como usuario, vaya a ser diferente. Un bolso de mercadillo hace las mismas funciones que un bolso de Carolina Herrera e incluso puede durar lo mismo o más, y un pantalón fabricado en China puede darte el mismo uso que uno fabricado en España.
Cuánto queremos pagar y a qué coste
Dicho esto, lo que tenemos que pensar, es cuánto queremos pagar y en qué nos queremos arriesgar. Por ejemplo, yo no me arriesgaría comprando una sillita de seguridad infantil para un vehículo en un comercio tipo bazar porque lo que ellos puedan vender no me ofrece la calidad que necesito para este tipo de producto pero, sin embargo, sí compraría cualquier utensilio de cocina o materiales para manualidades entre otras cosas, porque me sobra y me basta con lo que ellos pueden ofrecerme.
Para mí, todo el tema que rodea el sector del automóvil merece especial atención y por eso jamás compraría algo de lo que dependiera la seguridad de mi familia de una marca que no conociera o en un comercio que no me diera las garantías que busco. Ahora bien, dentro de la gama de marcas especializadas que hay en el mundo del motor, podemos encontrar que algunas de ellas se venden en comercios realmente económicos o en negocios que inflan los precios exageradamente por tratarse de productos de calidad.
En este sentido me gustaría destacar la gran labor que hacen empresas como Reparatelotu.com, una tienda que ofrece repuestos de coche online de grandes marcas como 3RG Industrial, Monroe o Valeo entre otras, a precios realmente competitivos. Al ahorrarse los costes de la tienda física e incluso los cotes de un asesoramiento físico, pueden bajar el precio de los productos que venden a pesar de que se trate de género de primeras marcas, y os puedo asegurar que la fabricación de estas piezas para vehículos no es taiwanesa.
Ahora bien, ¿conocéis la cantidad de empresas españolas que fabrican en China, por ejemplo? Veamos algunas de ellas:
- Falomir: marca de juguetes.
- Injusa: juguetera alicantina.
- Infinity Sistems: electrónica.
- Wonders produce entre un 3 y un 5 por ciento de su calzado en China y Vietnam.
- Panama Jack ha importado este año 50.000 pares de zapatos de China.
- Alcatel: telefonía Móvil.
- Y Apple: telefonía móvil e informática.