El cuidado de la piel es uno de los aspectos estéticos a los que más atención prestamos. A todos nos gusta lucir una piel luminosa, radiante y firme. Muchas personas invierten cantidades de dinero considerables en productos para el cuidado de la piel. La verdad es que la oferta es amplísima. ¿Cuáles son los cosméticos indispensables? Te hablamos de ellos.
Echando un vistazo al departamento de cosmética de cualquier tienda de belleza encontramos cremas reafirmantes, tónicos rejuvenecedores, aceites esenciales, suplementos de colágeno, y un sinfín de productos. Todos no tienen los mismos efectos. Algunos de ellos, ni siquiera son necesarios, salvo casos específicos.
En este artículo vamos a hablar de los más importantes. Pero no nos vamos a centrar en marcas o en productos concretos; sino más bien en categorías. En tipos de producto. Luego, evidentemente, dentro de estas categorías encontraremos productos de mayor o menor calidad. Como sucede con todo. Esta información nos puede orientar a la hora de acudir a una tienda de productos de belleza.
El reciente “Estudio de la piel en España”, publicado por IMR indica que solo el 35% de los españoles está satisfecho con su piel. Cuando envejecemos, una de las cuestiones que más nos preocupan son la aparición y profundización de las arrugas. Cuando somos jóvenes o adolescentes, lo es el acné. Digamos que la preocupación por la piel afecta a casi todas las edades.
La respuesta ante estos problemas parte en primer lugar de la automedicación. En la mayoría de los casos ni tenemos una enfermedad, ni los productos que vamos a adquirir son medicamentos. Pero podríamos decir que los españoles, como primera solución, compramos productos cosméticos por iniciativa propia y acudimos a un dermatólogo o a un centro de belleza, cuando vemos que no podemos resolverlo por nosotros mismos.
Mabel, una mujer de mediana edad que desde los 30 años sigue un ritual para el cuidado de su piel, me cuenta que para cuidar el cuerpo lo ideal es adquirir los cosméticos en una tienda especializada y de confianza. Ella compra sus cremas, a menudo, en Belleza y Estética, la tienda online de una tienda física de belleza de Briesca (Burgos) especializada en cuidado corporal. Mabel dice que resuelven por mensaje sus dudas y preguntas y que le ofrecen packs con los productos que necesita. Si añadir ninguno más.
¿Cuáles son estos productos? Veámoslo.
El deterioro de la piel.
Antes de entrar a ver los cosméticos para cuidar la piel es importante comprender en qué consiste su deterioro. Desde ahí, podemos ver cómo frenarlo o revertirlo.
La web de información sobre salud Medline Plus indica que los dos problemas principales que tenemos en la piel, a medida que cumplimos años, son la flacidez, y el adelgazamiento de la capa externa, la epidermis.
Conforme envejecemos, la epidermis se va haciendo más fina, aunque mantengamos la misma cantidad de células. Las células de la piel amplían su tamaño, volviéndose cada vez más delgadas y traslúcidas. Esto tiene efectos sobre la piel y sobre el cuerpo. Ya que la piel es una barrera protectora.
Al hacerse más fina, nos protege menos de los rayos ultravioleta del sol. Esto hace que la piel se queme con más facilidad. Al mismo tiempo, la acción del sol sacará a la superficie manchas internas, como las manchas hepáticas o como el recorrido que siguen las venas, afeando nuestra imagen.
Esta delgadez en la piel hace que pierda la capacidad para retener la humedad. Por lo que ante la acción del viento y del sol, la piel se reseca, dando ese aspecto áspero y ajado. Después de la menopausia, las glándulas sebáceas de las mujeres producen gradualmente menos aceite, lo que disminuye la hidratación natural de la piel.
El tejido conectivo pierde resistencia y elasticidad. Esto se debe a que el cuerpo produce cada vez manos colágeno. Una proteína que ensambla los órganos y las células. Por esta razón, determinadas estructuras del cuerpo y de la cara tienden a caerse.
Allá donde la acción del sol y del ambiente exterior es más directo, como pasa con la cara, la perdida de colágeno se traduce en una profundización de las arrugas.
Aunque actúan factores genéticos y de alimentación, el proceso gradual de adelgazamiento de la piel y de reducción de colágeno es un fenómeno natural e irreversible, ante el cual no podemos hacer nada, pero sí podemos minimizar sus efectos. Cosa que podemos lograr con los cosméticos indispensables.
Exfoliantes naturales.
Los exfoliantes son un cosmético básico para el cuidado de la piel.
La piel es un organismo vivo y está regenerándose continuamente. Un fenómeno del que no hemos hablado antes y que actúa como mecanismo de protección de la piel, es la no eliminación de células muertas.
Estas actúan como una costra protectora ante agresiones externas o cuando la piel se queda bastante fina. Un ejemplo de ello son los callos en las manos. Los trabajadores manuales que utilizan herramientas que producen fricción en la piel, como los martillos, hacen que desarrollen callosidades en los dedos.
Los callos protegen la epidermis, pero impiden que se regenere y que se hidrate. Entre el 70 y el 80% de las células de la piel son agua. Para renovar la piel y para hidratarla, necesitamos retirar las células muertas.
Otro fenómeno que requiere exfoliación es la aparición de granos, espinillas y acné durante la adolescencia. Surge debido a los cambios hormonales de la edad. Por esta razón, el aceite de las glándulas sebáceas, en lugar de salir al exterior, se queda retenido en los poros de la piel. Este taponamiento dificulta que la piel se hidrate, y corre el riesgo de que los poros se infecten.
Para efectuar cualquier acción de cuidado de la piel, primero necesitamos retirar las células muertas o los depósitos de grasa que obstruyen los poros. Tarea que realizaremos con productos exfoliantes. La expoliación puede ser química (quemando las células superfluas y disolviendo la grasa de los poros) o física, mediante fricción.
Cremas hidratantes.
La hidratación es la tarea principal que debemos efectuar para el cuidado de la piel. Consiste en reponer el agua que la piel ha perdido cumpliendo su función de barrera protectora del cuerpo.
La hidratación se hace más necesaria a medida que vamos cumpliendo años, por todo lo que hemos visto del adelgazamiento de la epidermis, y en aquellas partes del cuerpo que están más expuestas al sol y al entorno exterior, como la cara, las manos, etc.
La absorción de agua por vía cutánea es lenta y constante. No es como cuando bebemos agua, que podemos introducir varios centilitros de agua por segundo en el interior del cuerpo.
Embadurnar la piel con crema hidratante es la manera más eficaz de hidratar la piel. Las células toman directamente el agua que necesita y van filtrando hacia el interior aquella que les sobra. Estabilizando las diferentes capas de la piel y los órganos internos que entran en contacto con ella.
Estas cremas deben tener un alto contenido en agua y sales minerales y presentar una textura pastosa. Que evite que el agua se evapore rápidamente, facilitando de esta manera su absorción por parte de la piel, al ritmo que este órgano emplea, y creando un entorno de humedad propicio para la regeneración de la epidermis.
Un producto en el que vale la pena detenernos son los aceites esenciales. Por su textura, crean una película protectora que retiene la humedad por más tiempo. Todos los seres vivos utilizan aceites para hidratar y regenerar las capas exteriores dañadas.
Protección solar.
El sol es necesario para el organismo. Le ayuda a producir vitamina D, una vitamina fundamental para el cuerpo humano. Sin embargo, como indica la web del National Instiutes of Healt es el elemento externo más pernicioso para la salud de nuestra piel. Una contradicción que requiere una atención especial.
El exceso de rayos Ultravioleta quema directamente las células más externas de la epidermis. El oncólogo Barnett Kramer dice que cuanto más tiempo se exponga una persona al sol, más envejece su piel. Los rayos UVA hacen que la piel pierda elasticidad y que llegue a engrosarse y ponerse correosa.
La piel tiene sus propios mecanismos para reparar el daño. Se despoja de las células muertas y las reemplaza. Pero si estamos sometidos a una fuerte radiación solar, el efecto reparador de la piel es insuficiente. Se produce más daño del que el cuerpo puede solventar.
Uno de los mayores riesgos de someterse al sol con frecuencia es la propensión a desarrollar melanomas, cáncer de piel. Los rayos UVA poco a poco alteran el ADN de las células de la piel. El melanoma aparece como una pequeña mancha que poco a poco se va extendiendo por la piel y puede dañar a otros tejidos y órganos.
Los niños y las personas mayores son los más vulnerables a la acción del sol. Precisamente porque su piel es más fina.
Utilizar cremas con un alto factor de protección solar cada vez tomemos el sol es primordial.
Exfoliantes naturales, cremas hidratantes y protectores solares son los cosméticos indispensables para proteger la piel.