La oftalmología, por sus especiales características, siempre ha ido de la mano de la tecnología más avanzada buscando, a través de la ciencia, beneficiar a sus propios pacientes y al conjunto de la sociedad porque tal y como manifestó el presidente de la Real Academia de Medicina, D. Joaquin Poch Broto: “La colaboración entre la medicina y la industria es fundamental para la mejora de la salud y la calidad de vida de los pacientes”. Numerosos y espectaculares han sido los avances logrados en los últimos años en este sector, entre los que podemos citar:
- Resonancia nuclear magnética de órbitas. Permite la visualización y el estudio de las estructuras que hay dentro de las órbitas oculares, incluyendo el globo ocular y los nervios ópticos.
- Escáner de nervio óptico o tomografía óptica coherente (OCT). Es una técnica de imagen que permite realizar de forma sencilla y no invasiva una exploración diagnóstica de las estructuras oculares mediante un haz de luz, permitiendo así el diagnóstico, control y seguimiento de problemas relacionados con el polo posterior del ojo, más concretamente con la retina, mácula, nervio óptico y vítreo.
- Tomografía por emisión de positrones (PET). Se trata de una técnica de imagen molecular no invasiva para la exploración, y que precisa de la administración de un marcador radioactivo al paciente para generar imágenes de alta resolución.
- Biomicroscopía o lámpara de hendidura. Utilizada para el estudio de las estructuras del ojo “in vivo”, mediante un aparato con una luz de intensidad variable que proyectada en forma de fina ranura permite ver el ojo en forma tridimensional.
- Tonometría. Es una prueba mediante la cual se mide la presión intraocular y se utiliza, así mismo, para detectar el glaucoma.
- Gonioscopía. Es una prueba diagnóstica que se realiza para determinar si el ángulo donde se une el iris con la córnea es amplio y abierto o estrecho y cerrado. Esta prueba forma parte de las exploraciones oftalmológicas que se realizan para detectar un posible glaucoma.
- Topografía corneal. Es una prueba diagnóstica no invasiva que se emplea para conocer las características de la córnea, señalando en distintos colores su espesor, curvatura, elevación, potencia y relieve, dando lugar así a lo que se conoce como el “mapa topográfico en tres dimensiones de la córnea”.
- Paquimetría. Permite medir de una forma indolora el espesor de la córnea, mediante el uso de un haz de luz que mide la distancia entre los reflejos provocados en las superficies anterior y posterior de la córnea. Se utiliza fundamentalmente para valorar el grado de hidratación de la córnea, en el diagnóstico y cuantificación del edema corneal, cirugía de la córnea.
- Micropartículas magnéticas. Utilizadas para tratar el desprendimiento de retina, son manipuladas desde fuera del ojo con un electroimán a través de la esclerótica, permitiendo taponar desgarros e incluso fármacos de forma localizada en puntos concretos.
- Campimetría computerizada o campo visual. Es una prueba diagnóstica indolora y no invasiva, que se utiliza para valorar las alteraciones del campo visual y cuya función es descubrir zonas ciegas localizadas y medir su extensión. Se emplea para realizar un control de la evolución del glaucoma.
Asimismo, con la nueva tecnología, el instrumental que se utiliza en las cirugías es capaz de adaptarse a cirugías en espacios o inserciones cada vez más pequeñas, como puede ocurrir con la cirugía de cataratas, donde se inserta una lente dentro del ojo por un espacio increíblemente minúsculo o en la cirugía de ptosis o párpados caídos como la que realizan los oftalmólogos y cirujanos oculoplásticos. En este sentido, si vosotros necesitáis de la mano experta de una especialista en cirugía estética de ojos, nosotros os recomendamos a la doctora Cecilia Rodríguez de Estética Ocular, puesto que su vocación pasa por mejorar la atención de sus pacientes y tiene un gran empeño en estar siempre en la vanguardia, lo que la llevó, en el año 2012, a obtener un Máster en Medicina Estética.
¿Qué es la ptosis palpebral?
Los párpados caídos o ptosis palpebral es una caída del párpado superior con respecto a su posición normal, provocando en el paciente una pérdida del campo visual, que puede ser mayor o menor en función de dicha caída. Esta puede producirse por diversas causas, congénitas o de nacimiento, envejecimiento y aflojamiento de los músculos que lo sujetan, falta de estímulo nervioso, aparición de un quiste o tumor, etc. Su tratamiento es a través de una cirugía correctora que supone la elevación del párpado superior a su posición normal.