A pesar de que no todo el mundo ha vivido una mudanza, quien más o quien menos puede intuir el estrés que eso conlleva, y no hablamos solo del cansancio o la necesidad imperiosa de organización que tal acción requiere, sino del mero hecho de tener que estar al mando de varias partidas a la vez: reorganiza la casa, tira todo lo que ya no uses, guarda todo en cajas, desmonta muebles, llama al camión de la mudanza, llegada a la nueva vivienda, revisa que todo haya llegado correctamente, monta muebles, saca todo de las cajas, organiza y decora. Estrés en estado puro
Por eso, Servieco, mudanzas en Barcelona, una empresa avalada por más de 10 años de experiencia, ha colgado en su web un gran número de consejos que podemos seguir para evitar morir en el intento.
- Embalaje: Servieco aconseja utilizar materiales de protección para evitar posibles accidentes, tales como plástico de burbujas y cajas de buena calidad.
- Deshazte de lo innecesario: repasa todo lo que vas a transportar y líbrate de todo aquello que no uses o no vayas a querer en tu nueva vivienda.
- Decide dónde irá cada cosas: piensa donde vas a poner todos tus enseres y etiqueta cada objeto según la estancia en la que irá, o pon un color para cada estancia. Así la empresa que elijas para transportar tus pertenencias sabrá donde dejar cada caja.
- Pide el día libre en tu empresa: el día de la mudanza lo mejor que puedes hacer es revisar todo porque, por muy buena que sea la empresa que contrates, nadie mejor que tú para comprobar que todo se haga como desear.
No obstante, por muy preparado que quiera estar y mucha organización que tengas, al final una mudanza acaba estresando a toda la familia y lo único que puedes hacer es intentar que el impacto de toda la situación sea lo menos negativo posible. Por eso, son muchos los medios de comunicación lo que, cada cierto tiempo, publican artículos al respecto intentando ayudar a sus lectores en posibles mudanzas o similares. Veamos los mejores consejos que diarios como La Razón o SIGLO XXI han publicado en sus webs.
Consejos Importantes
Planifica todo con tiempo: eso de “ya lo pensaré mañana” aquí no sirve. Lo mejor que peudes hacer es anticiparte a las situaciones pensando todo con tranquilidad. Sobre todo debes pensar en qué es lo que puede salir mal porque, como dice la Ley de Murphy, “si algo puede pasar, pasará”, y tendrás cubiertas las espaldas. Puedes crear un calendario en el que cada día prepares algo, de este modo el trabajo será más liviano
Analiza el espacio: puede que tu nueva vivienda sea mucho más grande que la que tienes actualmente, pero también puede que sea más pequeña o que el diseño de las estancias no ter permita tener tantos objetos como ya tenías así que piensa muy bien qué espacio tienes para cada cosa y aquello que no quepa piensa que, tal vez, debas desecharlo.
Deshazte de lo que ya no uses: Esto es como la teoría de Marie Kondo para reordenar el armario, si hay algo que llevas más de un año sin usar, tíralo, véndelo o regálalo, pero sea como sea, no te lo lleves a la nueva vivienda. Debes deshacerte de aquello que no uses, esto nos evitará empacar y trasladar objetos que lo único que harán en la nueva casa es estorbar y coger polvo.
La paciencia es la madre de la ciencia: de nada sirve ponerse nervioso porque las cosas no salen tal y como uno espera, lo mejor que podemos hacer es intentar tener todo controlado pero si algo se nos escapa, debemos respirar hondo y tener paciencia. Es importantísimo también hacer descansos y respirar para despejar la mente.
Utiliza cajas de tamaño adecuado: pensar en conseguir las cajas más grandes que puedas para meter cuantas más cosas mejor es algo muy normal, pero un craso error. La realidad es que si hacemos eso y metemos todo lo que haya en una estancia en casas diferenciadas es muy posible que acabemos llenando el espacio del camión de la mudanza con cajas enormes que ocupen un espacio que podríamos llenar con otras cosas.
No dejar espacios vacíos en las cajas: Llena todos los espacios que queden en las cajas con lo que haga falta, desde ropa, toallas hasta papel de embalaje porque de lo contrario es posible que los objetos que hayan dentro se muevan en el traslado y se rompan o estropeen.
Y sobre todo, hagas lo que hagas, cierra todas las cajas con cinta adhesiva. La idea de dejarla a medio cerrar por si luego se me ocurre meter algo nuevo es una idea muy mala porque todo lo que no esté bien cerrado puede caerse y romperse, o salirse y perderse.
Y mantén la calma, siempre.