Hablar de MSiete es hacerlo de una empresa que se creó en 1.950 como empresa de máquinas de escribir y servicios. Los años y la tecnología han ido pasando, pero desde el primer momento optaron por realizar una gestión modélica a la hora de implantar, reparar, asesorar y realizar el mantenimiento de sus productos a sus clientes. Todo ello explica el crecimiento sostenido de la empresa durante estos años.
Se encargan de dar servicio a todo tipo de pymes, pequeños usuarios, administraciones, grandes corporaciones y entidades de carácter financiero, que han hecho de Máquinas el Siete, una empresa de gran liderazgo en el mercado.
Conforme fue creciendo la empresa crearon una división informática profesional para poder responder a la creciente demanda en el mercado en cuanto a desarrollo y mantenimiento de proyectos de tipo informático, además de comercializar variados productos de hardware y software.
En 1.992 se convirtieron en la primera tienda Inves Center de Madrid, siendo franquicia de Investrónica.
Una empresa que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos
Actualmente tienen una gran variedad de productos de alta tecnología de última generación, con impresoras, copiadores, multifunción, consumibles, cajas fuertes, cámaras digitales, máquinas destructoras de documentos, etc.
Además de esto, M7 ofrece a sus clientes variadas posibilidades de financiación, tanto leasing como renting o renting tecnológico. Los servicios de renting de impresoras pueden gestionarse desde los 12 a los 60 meses, incluyendo todos los equipos que necesiten los clientes, así como servicios in situ, sustituyendo y ampliando los equipos que sean necesarios.
En toda empresa es fundamental dar respuestas a lo que está demandando el mercado. En el caso de M7, dan también la opción a sus clientes de usar en modo de alquiler, sus cajas fuertes mediante variados sistemas, pudiendo elegir el modelo que más se adapte a las necesidades en toda su gama.
El caso de esta empresa podría decirse que es ejemplar en cuanto a la capacidad de irse adaptando a las necesidades del mercado y en especial a las de sus propios clientes, que lógicamente han ido evolucionando con el pasar de los años. Esta quizás sea una de las claves para que un negocio sea exitoso.
No vamos a negar que desde la mitad del siglo XX en adelante los cambios han sido rápidos, pero toda esta velocidad ha pasado a ser supersónica en estos primeros años del siglo XXI donde mirar para otro lado en cuanto a tecnologías y adelantos unos meses, puede significar que un negocio baje de una manera importante sus ingresos o incluso que tenga que cerrar.
Por eso mismo, tiene mérito que empresas de este tipo sepan qué realmente es lo que necesita su clientela y cómo comerciarlo de forma exitosa. Si a todo esto le sumas una buena presencia en las redes y un servicio de atención al cliente modélico, esto antes o después se traduce en magníficas opiniones de los clientes, que son los mejores que una empresa puede tener.
Este tipo de mundo empresarial en el que vivimos hace que las empresas tengan que estar muy alerta, pero se traduce también en unos negocios que bien guiados, tienen más probabilidades de éxito si actúan de forma inteligente.