La pandemia del coronavirus nos ha servido para conocer muchas cosas. No quiero entrar en detalles que todos conocemos, pero sí quiero hacer hincapié en un aspecto importante, la ionización bipolar. Seguro que lo has escuchado mucho durante los últimos meses, ya que ha experimentado un aumento de popularidad a medida que la pandemia de coronavirus se expandía. La razón era clara, había que mejorar la calidad de la ventilación, porque era fundamental para frenar la curva.
Y así es como hemos conocido el proceso de la Ionización bipolar. Hoy queremos conocer un poco más sobre este proceso, pero para eso hablamos con los que más saben, con Air Quality Prosescan.
Al igual que la luz solar en la atmósfera, la Ionización Bipolar produce un bioclima natural rico en iones de oxígeno positivos y negativos. Los iones negativos contienen un electrón extra, mientras que a los iones positivos les falta un electrón, lo que genera una condición de recombinación (Reacción Redox), estos iones bipolares buscan átomos y moléculas en el aire con los que intercambiar electrones, neutralizando de manera efectiva partículas, bacterias, virus, compuestos volátiles y gases nocivos.
Contra virus
Los iones bipolares pueden neutralizar la infectividad oxidando la membrana lipoproteica o espícula de bacterias y virus, como el SARS CoV 2, ofreciendo seguridad en aire y superficies. El ion O2 reduce el ion H+ de la estructura molecular del patógeno, inactivando su presencia infectiva.
Qué son
Pues lo primero que teneos que saber es que los iones son moléculas o átomos que contienen una carga eléctrica y existen en la naturaleza en diferentes densidades. Los iones duran entre 30 y 300 segundos antes de perder su carga, pero son extremadamente activos. La densidad de iones oscila entre 400 y 1100 iones negativos y entre 500 y 1200 iones positivos por cm 3 en entornos naturales.
Así, la densidad de iones standard es alrededor de 500 iones negativos y 600 iones positivos / cm 3. En las ciudades y en el interior de los edificios, los niveles de iones caen entre un 80% y un 95%. A medida que disminuye la densidad de iones, también lo hace la calidad del aire. Al aumentar la cantidad de iones de oxígeno, se mejora la calidad del aire, base de la tecnología de ionización bipolar.
Vamos con datos. El oxígeno O2, está compuesto por una cantidad determinada de electrones, protones y neutrones. Esta combinación se denomina número atómico. La molécula de Oxigeno consta de dos átomos (O2). El aire contiene moléculas de nitrógeno, oxígeno, vapor de agua, dióxido de carbono, etc. Cada una de estas moléculas contiene átomos. Los átomos pierden o ganan electrones, esto es lo que define los iones.
Si han ganado electrones, tendrán una carga eléctrica negativa. En cambio, si pierden electrones, su carga eléctrica será negativa. Y aquí es donde incluimos La Ionización bipolar por punta de aguja, que nos sirve para mejorar la calidad del aire aumentando la cantidad de iones de oxígeno en el interior de edificios y espacios cerrados intentando equipararla a la densidad de iones existente en un ambiente natural.
Los iones bipolares se adhieren a las partículas, aumentando tanto su masa como su diámetro, creando el efecto clusters o bola de nieve que incrementa y mejora la capacidad de filtración y purifica el aire de las más peligrosas (PM 2,5 micrones). Dejando así el aire que respiramos libre de material particulado.
Los iones bipolares descomponen los COV (Compuestos orgánicos volátiles). Los COV pueden surgir de productos químicos peligrosos como productos de la combustión, o como consecuencia del SMOG producido por el tráfico, pesticidas, disolventes, moho, esporas y muchos otros. Con la tecnología NPBI también vamos a eliminar olores y formaldehídos.
Quién lo usa
Pues este sistema ya ha llegado a muchos hospitales de todo el mundo. De esta manera, la ionización bipolar se ha utilizado en la atención médica desde hace años para muchas aplicaciones, pero ahora ha llegado para siempre. Creemos que los sistemas de iones bipolares se convertirán en un estándar en estos entornos críticos para proteger a los pacientes y al personal. Y ahora tú lo puedes tener en tu propia vivienda o en tu hogar.
Y para terminar, me quedo con una reflexión, ya que en el pasado, mejorar la calidad del aire a menudo se consideraba un lujo y era solo para algunos privilegiados. Pues bien, en pleno siglo XXI, ahora debe considerarse esencial y un elemento fundamental.