La calidad es siempre el centro de todos los artículos que escribimos en este blog, pero en este caso vamos a enfocar el tema de un modo algo diferente. Mientras que la mayoría de nuestros escritos tienen que ver con la calidad de determinados servicios o productos, hoy nosotros nos vamos a centrar en una calidad que es la más importante de todas cuantas hay en la vida del ser humano: la calidad de vida, un factor que es elemental a la hora de determinar si una persona es feliz o no con el estilo de vida que lleva o con la cantidad de tiempo que tiene para sí misma.
Hagamos un recuento de las cosas que debe solventar una persona a lo largo de una semana estándar de su vida. Dedica 40 horas a la semana a trabajar, pasa casi un mínimo de 5 en el transporte público y, en lo referente a las tareas del hogar, dedica entre 6 y 9 horas. En total, puede decirse sin temor a equivocarse que se le escapan unas 55 horas a la realización de tareas que son, en cierto modo, obligatorias, algo que, en el caso de querer tener el fin de semana libre, obliga a trabajar una media de 11 horas diarias de lunes a viernes.
Que una persona dedica entre 6 y 9 horas a la semana a la realización de labores del hogar no es un dato que nos hayamos sacado de la manga como si nada. Es algo que refleja la página web Interdomicilio en uno de sus artículos. Además, cabe destacar que, a la hora de realizar la encuesta de la que se desprenden esos datos, un 33% de los encuestados aseguraron que son “constantes” en la realización de las tareas del hogar, lo que hace que esas 6-9 horas pasen a ser gastadas semana tras semana.
Este gasto de tiempo implica un gran problema para miles y miles de españoles que no encuentran, entre semana, el tiempo libre que les gustaría para poder descansar después del trabajo y cargar las pilas de cara al día siguiente. Sin embargo, existen fórmulas para tratar de reducir el número de labores que dedicamos, en especial, a labores como la limpieza. De una de esas fórmulas se hizo eco el diario El País en un artículo publicado en su página web en marzo de 2015. En el texto, el autor recomienda que se dividan las tareas en función de la urgencia que tengan. Ver qué lugares del hogar necesitan más saneamiento y cuáles menos es una posibilidad.
La ropa, la excepción
Es evidente que una de las propiedades de las que una persona tiene que estar más preocupada es la ropa de la que dispone. No cabe duda de que el lavado de la ropa es una tarea de especial importancia y que no puede dejarse para momentos muy lejanos. Se trata de una labor relacionada con la higiene personal, algo que juega un papel de principal importancia dentro de la vida de una persona y que marca su calidad de vida.
A pesar de que el lavado de la ropa personal es una tarea ineludible, la gente sigue encontrando una manera de reducir el tiempo que le dedica a ella y poder emplearlo en tareas que de verdad marcan la diferencia en lo que a calidad de vida se refiere. Los profesionales de Lavatur vienen destacando desde hace meses un aumento repentino del número de personas que acuden a lavanderías para hacer la colada.
Pero es que, además, la calidad de vida de estas personas no sólo mejora en lo que a la reducción de tiempo se refiere. Pensémoslo. Acudir a una lavandería implica, para todos aquellos que lo hacen, la posibilidad de ahorrar dinero (la cantidad de agua que se consume en la vivienda será mucho menor de esta manera) y espacio dentro del hogar. No está nada mal, ¿verdad?
Han sido muchos y muchas los que se han beneficiado de cuestiones como las que venimos comentando. Lo cierto es que cada uno y cada una tiene su rutina y su manera de sacar tiempo para descansar y reponer fuerzas de cara a lo que está por venir. Lo importante es conseguir encontrar el momento de desconectar, de sentarse en el sofá o en el sillón, de disfrutar de la vida y, en general, disfrutar de los suyos.