La burocracia es uno de los aspectos que más nos preocupa siempre en España. La verdad es que no es para menos. Tenemos el don de hacer más complejos todos los trámites habidos y por haber y no terminamos de comprender que eso es negativo para los intereses de todos los agentes sociales que formamos parte de un país como este. Todo lo que sea proponer y promover burocracia hace que la eficacia y la eficiencia se vean afectadas de un modo realmente extraordinario. Y eso es algo que nos termina afectando a todos los niveles.
El exceso de burocracia supone un verdadero problema tanto a nivel personal como empresarial. Vamos a poner el foco a lo largo de estas líneas en lo que tiene que ver con el plano empresarial y los tributos que se asocian a él, un tema que sin duda nos da como para escribir la Biblia. Lo que está claro, a modo de resumen en una única frase, es que, a día de hoy, hay tantos impuestos y de tanta naturaleza que es muy fácil incurrir en olvidos y errores que pueden terminar provocando una multa en la que nadie quiere caer. Y no nos podemos permitir tener que pagar multas: es una mala noticia desde el punto de vista económico, como es lógico, pero también lo es desde el plano de la imagen corporativa.
Una noticia a la que hemos tenido acceso gracias a la página web de Newtral aseguraba que la presión fiscal en España no es la más alta de la Unión Europea, cosa que nos agrada leer, pero que sí se encuentra en un máximo histórico, cuestión que nos preocupa y que debe hacer reflexionar a nuestros gobernantes sobre la idoneidad de establecer este tipo de prácticas en un momento en el que estamos saliendo de una crisis económica complicada y que terminó con miles y miles de empresas a lo largo y ancho de toda nuestra geografía.
Que en España sea tanta la burocracia y los tributos que las empresas deben pagar hace que la importancia de contar con una buena asesoría fiscal sea muy grande. Así nos lo han indicado desde Luygo, cuyos profesionales han venido identificando cada vez una mayor necesidad de este tipo de servicios entre entidades de todo tipo, aunque principalmente entre las empresas de mediano o pequeño tamaño. La experiencia que han adquirido las asesorías españolas en la gestión de trámites burocráticos y tributos ha permitido que los expertos ya las consideren las mejores de Europa. La procedencia, en este caso, también importa.
Las pymes necesitan estos servicios para respirar
Hay un 99% de empresas en España que son consideradas como pymes. Y son precisamente este tipo de entidades las que necesitan una mayor ayuda en lo que tiene que ver con la gestión de los tributos. Dado su pequeño tamaño, estas empresas no pueden disponer de una persona que se dedique en exclusividad a este tema y por eso deben recurrir a los servicios de unas asesorías que suponen una bocanada de aire para ellas.
El empresario cuyo negocio sea de pequeño tamaño y que no confíe en una asesoría normalmente tiene que encargarse de toda la gestión de los tributos por sí mismo. Y eso conlleva una serie de desventajas que no son moco de pavo: tendrá que invertir mucho tiempo en esos procesos, lo que le llevará a olvidarse de la propia actividad que le genera ingresos, y además podrá incurrir en errores propios de quien no es un especialista en gestión tributaria. Hay que evitar estas situaciones y las asesorías son las mejores aliadas para ello.
Situaciones como las que acabamos de hablar han sido bastante típicas en España a lo largo de las últimas décadas, pero tenemos la sensación de que la mentalidad de los empresarios de este país está empezando a cambiar y que se ha depositado una enorme confianza sobre las asesorías nacionales, especialmente porque han demostrado ser, tal y como decíamos antes, las mejores de toda Europa en lo que tiene que ver con la gestión de los tributos. Esto es algo que debemos valorar porque hace que las empresas de este país tengan mejores situaciones y posibilidades para ser eficientes.
Además, hay que destacar que las asesorías ya no es que sean solamente expertas en la gestión de los tributos que son propios a las empresas, sino que también han conseguido adaptarse muy bien a todo lo que está relacionado con las nuevas tecnologías, aumentando de este modo su eficacia y su eficiencia y haciendo posible que sus clientes también se beneficien de ello. Sin duda, si alguien hace que las empresas españolas reúnan condiciones para ser competitivas en el mercado comunitario, esas son las asesorías.