Ahora que comenzamos a salir de la crisis somos muchos los que estamos pensando en invertir. Quizá nuestras posibilidades no sean las mismas que hace unos años, pero la realidad es que, en la medida de lo posible, si que buscamos mejorar un poco nuestra economía. La forma más habitual que tenemos de hacerlo es la de invertir en valores o poner nuestro dinero en fondos de plazo fijo o renta variable, sin embargo, en la actualidad, estas opciones ya no nos reportan, ni de lejos, la misma cantidad de dinero que nos ofertaban hace tan solo unos pocos años. Es por este motivo por el que cada vez somos más los que destinamos nuestros ahorros a la inversión en empresas. Unas empresas de nueva creación en las cuales, de salirnos bien la jugada, podremos ganar unos cuantos euros al final de cada mes, sin embargo, para que esto sea así, siempre debemos contar con los mejores expertos a nuestro lado. Una serie de asesores que busquen la forma de sacar un rendimiento mayor año tras año a nuestra sociedad.
A la hora de montar una sociedad, reiteramos que debemos de contar con los mejores expertos, y es que, aunque es posible hacerlo sin ellos, el camino será mucho más tortuoso. A continuación, os queremos exponer una serie de pasos que debéis de seguir para poder iniciar la actividad laboral con la mayor de las garantías de que habréis hecho todos los pasos de la forma correcta.
- Elegir la forma jurídica. Este es el primer paso. En él debemos de decidir por cual de las opciones nos vamos a decantar, si por sociedad anónima, por sociedad limitada, cooperativa, autónomo… En función de nuestras necesidades, cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.
- Certificación negativa. Una vez hayamos decidido la forma de nuestra sociedad deberemos de dirigirnos al Registro Mercantil Central para solicitar una certificación negativa. Esto es, un impreso en el que debemos de poner hasta tres nombres de sociedad y que nos otorgará nuestro nombre como sociedad, el cual, no tiene porque coincidir con el comercial. No obstante, esta será la designación única por la que fiscalmente se conozca a nuestra empresa.
- Capital social. En función de la forma jurídica que hayamos escogido, este apartado variará ya que para un autónomo el capital social puede ser 0 euros, mientras que para una sociedad limitada han de ser 3.000 y 60.000 para el caso de la sociedad anónima. Esas cantidades, representan el mínimo de dinero de la sociedad.
- Solicitar el NIF. Mientras que para un autónomo es su DNI, para una sociedad existe un número de identificación fiscal. Se trata de un número que otorga la Agencia Tributaria y que es obligatorio. Al comienzo, mediante la presentación del modelo 036, la copia de los estatutos y la copia de la escritura de constitución nos darán uno provisional, sin embargo, no más tarde de seis meses y con la escritura en la mano, nos darán el definitivo.
- Creación de la sociedad. Este trámite se ha de hacer mediante una escritura pública.
- Inscripción en el Registro Mercantil. Para obtener competencia jurídica, la empresa ha de estar inscrita en el registro mercantil provincial.
- Alta en IAE. Con la actividad empresarial a la que nos vayamos a dedicar y en una oficina de la Agencia Tributaria, nos tendremos que dar de alta en el Impuesto de Actividades Económicas.
- Libros de sociedades. Es otro de los trámites necesarios y consiste en presentar el libro diario, el libro de cuentas anuales y el libro de inventario en el Registro Mercantil para que los sellen y validen.
- Registro de patentes y marcas. Aquí nos dirigiremos para registrar nuestra marca y que nadie nos la copie durante el plazo de años que marca la ley vigente.
- Puesta en funcionamiento. Tras seguir todos estos pasos es probable que ya podamos comenzar a operar, sin embargo, en algunos casos, todavía no, ya que lo que existe es la puesta en valor de la sociedad, pero si tenemos un local, deberemos de seguir otros trámites, así como si tenemos empleados, también tendremos que llevar a cabo otra serie de acciones. Además, con el fin de agilizar los trámites futuros, siempre podemos pedir un certificado electrónico para presentar por internet los distintos papeleos.
Es por ello por lo que os decimos que contar con asesores es fundamental y es que estos trámites, a menudo son complicados de realizar por uno mismo. Martín Laucirica es un grupo asesor especialista en todo este tipo de procedimientos y, con ellos, tendremos la garantía de que empezaremos a desarrollar nuestra actividad laboral en pocas fechas ya que ellos se encargarán de tramitar todo el papeleo.
Los asesores son fundamentales para los grandes grupos empresariales
Contar con un asesor es prácticamente una tarea fundamental para cualquier empresario que se precie, sin embargo, las grandes compañías no solo cuentan con uno, sino que tienen departamentos específicos para este tipo de trámites. Un apartado que cobra una especial importancia a la hora de tributar ya que las grandes compañías españolas son capaces de reducir la tributación sobre sus beneficios hasta el 6,14% gracias al trabajo de estos profesionales. Esto se debe, en parte, a que la tasa no refleja el tipo real del impuesto de sociedades. Un hecho que ocurre porque no incluye las deducciones y exenciones fiscales que se puedan incorporar en la contabilidad impositiva.