Hasta hace algunos años, las cocinas se vestían a base de granito, maderas y materiales de plástico, pero en la actualidad el acero inoxidable es el material favorito para el mobiliario de hostelería, lo podemos ver en bares, restaurantes y terrazas.
Esta tendencia ha llegado en muchos hogares, así que el acero inoxidable ya no resulta impersonal ni frío. La higiene no puede faltar en una cocina, por lo que te resultará mucho más sencillo mantenerla impoluta si apuestas por este material.
El acero inoxidable es idóneo para las cocinas que son grandes, pero para las cocinas pequeñas lo mejor es combinar este material con otro tipo de elementos como puede ser la madera.
Es un material que ofrece innovación y un toque moderno. Aunque si no termina de convencerte la idea de que toda la cocina esté creada a base de acero, porque te parece un material frío, te aconsejamos que incluyas cualquier tipo de electrodoméstico con este aspecto.
Desde los años treinta, este material ha sido muy utilizado en las cocinas, sobre todo, en las profesionales de los grandes chefs. Según la norma europea EN 10088-12, un acero se clasifica como inoxidable si contiene un 10,5% en masa de cromo y menos del 1,2% de carbono.
El acero inoxidable está presente en muchas áreas como industrias mecánicas, industrias alimentarias, industria química, transporte, medicina, cirugía, baño o cocina.
El periódico digital Okdiario informa que «el acero inoxidable es uno de los metales más utilizados en el mundo, compuesto por varios elementos de aleación. El principal elemento de aleación es el hierro (más del 50%), esta la base del acero inoxidable pero para su fabricación se utilizan otros elementos».
DANVIMET, como especialista en fabricación de muebles de acero inoxidable, informa que este material es higiénico, porque su superficie está libre de poros y no absorben líquidos ni acumulan restos de alimentos.
Además, es muy resistente, de fácil mantenimiento y apenas percibirá cambios en su estética con el paso del tiempo. Otra de las ventajas es que es ecológico porque es 100% reciclable, por lo que se puede volver a utilizar todos los accesorios desechados para fabricar nuevos productos de la misma calidad.
Opta por el acero inoxidable porque tiene un coeficiente de elasticidad, es inalterable, resistente al calor y los ácidos. El acero no da sabor porque no reacciona químicamente a los ácidos de los alimentos.
Un dato muy curioso es que a finales del S.XIX se descubrió que es un perfecto conductor eléctrico. Es muy utilizado en la fabricación de hornos mixtos, regeneradores, carros calientes, etc. Es un material que soporta una amplia variedad de condiciones térmicas sin oxidarse.
Además, es bastante resistente a los golpes, por lo que dura mucho tiempo en perfectas condiciones. Gracias a su capacidad para doblarse, es posible conseguir mesas, estanterías, carros y todo tipo de muebles de acero inoxidable. Es un material soldable, por lo que se puede modificar y adaptar a las necesidades de cada empresa.
En fruterías, carnicerías o pescaderías se puede apreciar este material, porque es resistente a la humedad, dura más tiempo y supone también un ahorro económico. Las cocinas de restaurantes apuestan también por este material por su aspecto brillante y pulido.
A continuación, te explicamos algunas técnicas y procesos que ayudan a mejorar la calidad del acero.
Selección de materias primas
Es necesario seleccionar cuidadosamente las materias primas, por lo que los fabricantes deben elegir minerales de alta calidad y pureza.
Control de temperatura
Durante el proceso de fabricación, es aconsejable controlar y ajustar la temperatura. Los expertos explican que el calentamiento adecuado y el enfriamiento controlado pueden mejorar la resistencia y la dureza del acero.
Tratamientos térmicos
Algunos tratamientos térmicos incluyen el temple, el revenido y la normalización. Estos procesos que implican el calentamiento y enfriamiento controlado sirven para mejorar la ductilidad del acero.
Aleaciones
Agregar elementos de aleación al acero puede mejorar su calidad y propiedades. El níquel, el cobalto y el manganeso pueden mejorar la durabilidad del acero.
Procesos de conformado
Estos procesos modifican la estructura del acero, alineando los granos y reduciendo las impurezas. En los procesos de conformado podemos encontrar el laminado, forjado y extrusión.
Control de impurezas
Las impurezas en el acero pueden afectar su calidad y debilitar su estructura. Por ese motivo es recomendable controlar y minimizar la presencia de impurezas durante el proceso de fabricación, esto se consigue mediante técnicas de purificación.
Inspección y control de calidad
Los fabricantes deben implementar rigurosos controles de calidad en cada etapa del proceso de fabricación, para que el acero cumpla con las especificaciones requeridas y tenga las propiedades deseadas.