El llanto es algo común en los bebés, pero cuando los padres no entienden qué le pasa al recién nacido y los llantos no cesan, es normal que aparezca el estrés, el cansancio, la angustia y la desesperación.
Es importante que mantengas la calma, ya que muchos padres primerizos creen que su hijo está enfermo, pero no tiene por qué ser así.
Algunas de las causas del llanto suelen ser: sueño, dolor o hambre. Si quieres relajar a tu hijo, nunca le grites porque aumentará su estrés. Toma nota de los consejos que puedes llevar a la práctica para calmar al bebé.
Dale de comer
Si tu pequeño realiza ciertos gestos, como chasquear los labios o llevarse las manos a la boca es que necesita comer. No dejes que llore, porque genera inseguridad en el bebé.
Evitar que tenga gases
Los bebés tragan aire cuando están mamando, esto le produce muchos gases. Es aconsejable de que eructen, para evitar que estén incómodos por los gases. Coloca a tu pequeño en el hombro y darle palmaditas en la espalda.
Mecer al bebé
Es muy bonito mecer al bebé, ya que fomenta el vínculo y ayuda a calmarle, porque asocia el balanceo cuando estaba en el vientre materno.
Robert C. Hamilton, el pediatra californiano explica en un vídeo su secreto para calmar al recién nacido, el experto considera que los movimientos rítmicos del balanceo tienen un efecto calmante sobre el pequeño, porque le recuerda a su vida en el útero. Los expertos explican que los brazos no son malos, ya que les calman y relajan.
Cambiar el pañal
Debes comprobar cada cierto tiempo si tu pequeño tiene el pañal sucio, para evitar que llore.
Envolver al bebé
Una técnica que ayuda a calmar al bebé consiste en envolver en un arullo al pequeño y que sus brazos y piernas queden dentro, pero no aprietes demasiado la sábana o mantita. El pequeño siente una sensación parecida a cuando estaba en tu interior.
Los griegos y romanos también envolvían a sus bebés en toquillas suaves y calentitas. Esta técnica evita que el recién nacido se despierte por sus propios movimientos incontrolados.
Permitirle que succione
La succión relaja al pequeño, porque le aporta una sensación placentera,
ya que el estómago y la musculatura se relajan. Puedes darle el pecho o un chupete.
Masajes
«El vaivén de un masaje suave relaja mucho a los bebés. Además, sirve también para ayudarles a expulsar gases», explica la revista Eres Mamá.
Masajea su barriga de forma circular utilizando un poco de aceite o crema. Otra opción es encoger sus piernas y moverlas con cuidado de forma circular.
Contacto con la piel
Al bebé le tranquiliza el contacto con la piel de su madre, coloca a tu pequeño solo con el pañal sobre tu pecho desnudo, para que pueda oír los latidos de tu corazón.
Cuidado con las etiquetas
Cuidado con la ropa, porque puede que haya una etiqueta pequeña que le haga daño. Es aconsejable optar por prendas cómodas y cortar todas las etiquetas. No es recomendable los zapatos demasiado apretados, porque puede cortarle la circulación.
Salir a pasear
Puedes optar por una vuelta con el carrito en la calle o un paseo en coche.
Vigila sus dientes
Es normal que el bebé llore cuando le están saliendo los dientes, los primeros síntomas son: exceso de saliva, no quiere comer y necesita morder.
Para aliviar los dolores es recomendable que muerda cosas frías, como un mordedor u otros juguetes, porque ayudan a bajar la inflamación de las encías.
También es importante que el biberón no esté caliente y puedes masajearle suavemente la encía con algún medicamento analgésico o un gel para encías.
Ve al médico
Si tu bebé está irritable y llora demasiado, sobre todo, después de comer, es aconsejable que pidas ayuda al médico, ya que puede estar sufriendo un cólico.
Pedir ayuda
Es muy importante que pidas ayuda. Es normal que al principio los padres estén agobiados con el cuidado del pequeño, el trabajo, los trámites del nacimiento, las tareas domésticas, etc.
Los profesionales de BBTramit, como graduados sociales expertos en el tema, aconsejan dejar las tareas administrativas en manos de expertos, para que los padres puedan centrarse en otras cuestiones.
No es fácil mantener la calma cuando el recién nacido llora, porque puede desesperarte, pero es fundamental que hagas un esfuerzo para tranquilizarte.
Aunque si sigues todos los consejos anteriores evitarás que el bebé siga llorando, también tienes que tener en cuenta que con la ayuda de los profesionales, todo será mucho más fácil.