Asistir a la presentación nuevos productos o servicios es algo realmente predecible, y a pesar de la parafernalia que se monta alrededor, ya se sabe qué es lo que van a decir las empresas de sus nuevos productos o servicios. Esto es algo reconocible por todos los periodistas que acuden a presentaciones de productos, ya que las empresas quieren dar a sus productos ciertas características generales a sus productos.
Un ejemplo de esto es la presentación de productos tecnológicos, no importa la marca que sea. Todos los presentadores van a destacar que su diseño es el mejor, la potencia es la mejor y que su nuevo producto es digno de confianza por el consumidor. En definitiva, lo que se quiere hacer ver es que el producto o servicio es fiable.
Pero más allá de la creación de un nuevo producto o servicio, hay que ver lo que hay detrás del mismo. Es decir, no solo hay que crear productos o servicios que en términos tecnológicos o de técnica estén un paso por delante de la competencia, sino que hay que preocuparse que el servicio que se da cuando estos tienen errores está a la altura.
Esto no es algo sencillo ni mucho menos, es muy difícil equilibrar un buen producto con un buen servicio, debido a las inversiones que se tienen que llevar a cabo en diferentes partidas. Por un lado tenemos el diseño del producto y del servicio que se podría decir que van de la mano. Por otro lado tenemos la atención al cliente, un departamento que cada vez tiene más peso.
Tenemos que tener en cuenta que las nuevas tecnologías han traído consigo una herramienta muy importante para los usuarios descontento, las redes sociales. Las redes sociales pueden marcar el fiasco de un producto solamente con unos pocos comentarios, por lo que la atención al cliente debe de ser un punto a reforzar en el lanzamiento de nuevos productos.
En el artículo de hoy vamos a hablar de los elementos esenciales que debe de tener toda empresa para ofrecer calidad en sus productos o servicios. Aunque principalmente estas características se deben aplicar a los servicios, ya que los elementos que marcan la calidad de un producto pueden ser diferentes.
Sentido común y responsabilidad como base de todo servicio
En primer lugar, empezaremos por uno de los presupuestos que todo servicio debe de tener en cuenta si quiera antes de empezar a ofrecerse, la fiabilidad. Este es un punto esencial y determinante para que un servicio se perciba de calidad. En este caso, la fiabilidad está relacionada de manera directa con el cumplimiento del contrato de servicios, así como con el efectivo funcionamiento de este.
En segundo lugar, tenemos que mencionar la calidad en la tangibilidad del servicio. Existen servicios que por si son intangibles, es decir, existe una dificultad para comprobar la calidad efectividad de este. Esto provoca que los clientes busquen elementos físicos relacionados con el servicio para comprobar su calidad, y aquí es importante destacar. Un ejemplo de los mismos es los servicios de instalación de mobiliario, personal o incluso elementos de comunicación.
Otro de los elementos claves de un servicio es la responsabilidad. Pierdes un cliente cada vez que pones en duda que un servicio ha fallado por culpa del cliente sin ni si quiera hacer una investigación. Esto está relacionado con la predisposición de ayudar y resolver de manera rápida y efectiva los problemas que se puedan generar, pero también las dudas o atender las quejas.
Este último punto está muy relacionado con la empatía, un valor que no todas las empresas tienen. Aquí lo importante es transmitir la disposición de la empresa por atender a los clientes haciéndose partícipe de los problemas de los clientes para buscar una solución. La política más importante a instaurar es la de comunicación, en la que el feedback es un elemento prioritario para comprender las necesidades del cliente.
Por último, y a raíz de todo lo visto hasta ahora, tenemos la confianza y seguridad del servicio como premisa de calidad. Muchas empresas buscan la confianza mediante promesas, pero la realidad es que únicamente se consigue con el paso del tiempo y con las experiencias de los clientes. Obtener referencias, o el más comúnmente llamado boca a boca es clave para generar confianza.
Hemos hablado de tecnología en este artículo, pero es más fácil demostrar cómo confiar en un servicio si ponemos de ejemplo los servicios médicos, como es el caso de los servicios en salud dental. El centro deontológico María José Manrique ofrece a sus pacientes tratamientos personalizados, en los que el foco se pone en atender las necesidades, ofreciendo los mejores profesionales, la mejor tecnología y la financiación a medida en Linares.