La imagen corporativa se basa en las buenas condiciones, cuidado y limpieza de los uniformes de trabajo que representan al personal de una empresa frente a su público.
De hecho, en muchas profesiones este punto básico es muy valorado, como por ejemplo, para los cocineros, enfermeros, médicos, dependientes, y otros, quienes necesitan extrema pulcritud durante la realización de sus labores.
Por esto debemos prestar especial cuidado al lavado y planchado de estas prendas, las cuales muchas veces implican ciertas medidas diferentes a las que solemos aplicar para nuestra ropa de uso diario.
Lavado, secado y planchado son las tres fases del cuidado básico de los uniformes, y requieren especial atención en cada procedimiento.
El equipo especialista en elaboración y cuidado de uniformes laborales de CLAT Gestión de Ropa Laboral, comparten con nosotros algunos sencillos consejos para mantener la limpieza de nuestros uniformes y tenerlos siempre a punto:
Clasificar debidamente la ropa
Empecemos por el primer paso. No se debe mezclar en los cestos de ropa diaria los uniformes, ni lavarlos en la misma colada. De esta forma podemos agregar las sustancias específicas que requieren dichas prendas, además que muchas veces las mismas suelen presentar elementos tóxicos en las manchas que podrían contaminar prendas infantiles, entre otros peligros.
Hay que poner una observación especial cuando hay que lavar ropa de trabajo similar, pero de distintos lugares, para no traspasar elementos tóxicos de unas a otras. Recuerda que no todas las manchas son del mismo tipo, porque un carnicero o un pescadero no se ensucian igual que los trabajadores de un laboratorio.
La diferencia en el tipo de suciedad también será un punto a considerar también porque la exposición de un pescadero a las manchas será distinta a los trabajadores que se desempeñan en el área de educación y tiendas en general.
Además, intenta no mezclar la que está muy sucia y requerirá mayor esfuerzo en el lavado con el resto de la colada.
Manipulación adecuada
Antes de ubicar estas prendas con manchas difíciles en la lavadora, preparémonos correctamente para tratarlas con nuestras manos.
Por ejemplo, si tenemos ropa de un científico o un enfermero, quienes están expuestos a un tipo específico de suciedad con alto riesgo, debemos utilizar guantes. En especial ahora que el riesgo de contagiarse de Coronavirus está tan latente.
Cuidado especial ante químicos
Si el uniforme en cuestión ha estado en contacto con químicos, se deberá tener un cuidado especial al manipularla. Por lo general, es el mismo cuidado que en los espacios industriales que requieren equipo de protección que previene al trabajador de entrar en contacto con productos químicos directamente para no afectar su piel o su ropa regular.
Por ejemplo, los trabajadores agrícolas suelen estar expuestos a muchos tipos de plaguicidas y otros productos químicos de alto riesgo mientras hacen su trabajo, convirtiéndole en una de las profesiones que requieren más precauciones adicionales al lavar estas prendas, como por ejemplo lavar en aire libre, usar solo detergente de uso industrial, evitar blanqueadores a base de cloro o amoniaco, remojar en una tina por separado o hacer un ciclo centrífugo antes del lavado.
Otra recomendación es pasar la ropa por un tratamiento previo que consiste básicamente en remover el fluido que causa la mancha con un papel seco, lo cual, mientras más pronto, mejor. Esto porque de esa forma no se extenderá y podrás aplicar el quitamanchas directamente sobre la prenda obteniendo mejores resultados.
También se puede dejar en remojo los uniformes de trabajo para disminuir la suciedad, ayudando a reblandecer y eliminar suciedades incrustadas, agregando quitamanchas o productos directos en las zonas más difíciles de llegar.
La temperatura correcta
Primero, debes efectuar un lavado minucioso con agua fría y posteriormente, utilizar agua caliente para lavar y quitar incrustaciones.
Por otro lado, escoger el programa de lavado y ajustar al tipo especial de tejido es fundamental para su correcto cuidado, así como para evitar su deterioro. Como hemos explicado anteriormente, el tipo de lavado se debe definir dependiendo del nivel de suciedad de la ropa y el material: algodón, sintético, seda, lana, etc.
Nunca olvides colocar los uniformes de trabajo al revés dentro la lavadora y cuidar de lavar a mano las prendas de color que destiñen.
Cuida la ropa blanca
En este punto te queremos recordar que la ropa blanca requiere de ciertos cuidados especiales. Por ejemplo, los profesionales de la medicina o de la cocina, deben seguir estos consejos para cuidar sus uniformes:
- No utilizar lejía, porque se trata de un producto muy tóxico que puede dañar la prenda y provocar alergias en la piel del usuario. Igualmente, ya que la lejía es conocida por su efectividad con la ropa blanca, lo que se puede hacer es evitar un uso demasiado frecuente o excesivo. Incluso, será mucho mejor si solo dejas su uso para complementos que no entren en contacto directo con la piel.
- La lejía puede usarse con libertad en manteles o complementos de trabajo que no están en contacto de forma directa con la piel de las personas, como manteles o servilletas de telas. En estos casos se pueden emplear este producto diluido en agua.
- Una opción es utilizar bicarbonato de sodio diluido en agua y dejar la prenda en remojo durante unas cuantas horas. Esto te garantizará obtener un blanco más brillante.
- Asimismo, es importante que clasifiques la ropa blanca como explicamos anteriormente: sepárala en función de su suciedad, distinguiendo entre ropa muy sucia y poco sucia. Además, puedes dividirla según el tipo de tejido con que está realizada, de forma que se pueda ajustar mejor el programa de lavado.
El detergente
Es importante usar un buen detergente y de un buen fabricante. En el mercado podemos encontrar el detergente líquido y el en polvo.
El líquido suele ser el más recomendado, por encima de los granulados, porque te ahorra el tener que disolverlo, en especial si se trata del lavado de prendas delicadas con agua fría. Hay infinidad de marcas y presentaciones distintas en el mercado que nos brindan durabilidad y efectividad por precios muy económicos. Incluso, algunas son ecofriendly y no representan ningún tipo de amenaza para el medio ambiente.
Las cantidades correctas de detergente aseguran un lavado perfecto, sobre todo en tejidos delicados donde será preferible evitar todo tipo de exceso con los blanqueadores.
El suavizante
Los suavizantes en exceso pueden ocasionar manchas, mientras que las temperaturas altas no favorecen la conservación del tejido. Por eso, lo conveniente será no superar los 30 grados.
Utiliza anticales si es necesario
Recuerda que estos son productos químicos, por eso es importante analizar primero la relación entre el costo y tiempo de uso de la lavadora. Además, se debe tomar en cuenta las indicaciones de dosificación del fabricante, puesto que a mayor cantidad de jabones se neutraliza el detergente.
Ya que lavaremos con agua fría durante la mayoría del tiempo, debes tener precaución si tienes ropa de trabajo que puede incrustar cal en la lavadora. Para evitar que esto pase, si es posible, instala un descalificador que proporcione el agua adecuada para eliminar depósitos de cal.
Frecuencia de lavado
Todas las prendas están adaptadas para resistir el uso profesional y prolongar el tiempo, gracias a que cuentan con tejidos adecuados para optimizar los resultados en este tipo de ropa para trabajar. Eso sí, el correcto mantenimiento que le demos en casa será un factor importante para incrementar el rendimiento y mejorar la inversión.
Una de las tantas medidas que podemos adoptar es intentar lavar constantemente los uniformes de trabajo de colores que no son blancos, usados con frecuencia por químicos, carniceros, profesores y chefs debido a que las manchas resultan más notables en estos colores y a diferencia de las prendas de color blanco, son más resistentes a su continuo lavado.
Sigue las instrucciones en las etiquetas
Otra forma de lograr una correcta manipulación de las prendas y garantizar su durabilidad es seguir las indicaciones recomendadas por los fabricantes en las etiquetas de cada prenda.
Secado y planchado
El secado y planchado de los uniformes debe ser perfecto para mantener el aspecto cuidado en todas las profesiones.
Debes cuidar no exponerlos directamente al sol para secar ni colocarlos en el radiador. Si cometes estos dos errores al momento de secar la ropa, los tejidos se estropearán y deformarán contribuyendo con su desgaste.
El planchado es otro aspecto relevante a tener en cuenta. Lo primero que debemos cuidar es humedecer algunas prendas, dependiendo del tejido, en el momento de planchar, y hacerlo preferentemente del revés.
Al usar la temperatura adecuada de la plancha, eliminaremos cualquier riesgo de rotura en las prendas y conservaremos la ropa de trabajo en buen estado.
Lavar y cuidar los uniformes de la forma correcta no solo es una cuestión de apariencia y rendimiento. Otro de los beneficios de mantener la limpieza y cuidados en los uniformes es la prevención de riesgos laborales.
Por eso, si sigues estos consejos, tendrás garantizado que gracias al lavado de tu ropa de trabajo alargarás su tiempo de vida y estarás bien protegido durante tu jornada laboral.