Calidad y conciencia ecológica. Son conceptos que muy a menudo, las empresas se encargan de hacernos creer que es imposible. Asociamos que si una empresa es rentable es que no suele pensar mucho en el medio ambiente. Supongo que desde que está Donald Trump en la Casa Blanca, se piense más, ya que es partidario de eliminar ayudas al medio ambiente a favor del crecimiento de las empresas. Pues señor Trump, crecer y ser ecológico pueden ser palabras que vayan de la mano. Y si no se lo cree, le invito (aunque usted se paga todo) a que conozca la empresa Plásticos Alhambra.
Se trata de una empresa familiar especializada desde 1971 en la fabricación de bolsas y film de plástico. Desde hace años, en su fábrica de bolsas de plástico apuestan por la innovación tecnológica, y por una política de inversión anual para la adquisición de la mejor maquinaria disponible que junto con el perfeccionamiento continuo de su proceso productivo, ha llevado a esta empresa fabricante de bolsas de plástico a un crecimiento constante y fortalecimiento en el mercado. Actualmente, sus productos se fabrican en las máquinas más sofisticadas del mundo. Sin duda, Trump estaría orgulloso, pero esta empresa tiene una cara B, que es la que más me gustaría dar a conocer.
No es fácil es un sector como el de los plásticos ser ecológico, y Alhambra lo ha logrado. Y no lo digo yo, lo dicen los datos de certificación. Un año más esta empresa ha supera con éxito las auditorias de Calidad y Medio Ambiente realizadas por Bureau Veritas según la norma Iso 9001 y 14001 así como la auditoria de producto Bolsa de plástico Reutilizable según la norma UNE 53942. Siendo el alcance de nuestro sistema de Calidad y Medio Ambiente la Fabricación, Manipulación, Impresión y Comercialización de film, laminas, bobinas y bolsas de polietileno y biodegradable.
Así se trabaja
Y es que preocupados por el medio ambiente, en esta fábrica de bolsas de plástico se recicla el plástico excedente del proceso productivo y se reutiliza en la fabricación de otros productos como bolsas de basura, reduciendo así al máximo, el impacto en el medio ambiente. Algo que otras empresas deberían también de hacer. Sin duda, la mejor forma de tener calidad pero también un concepto de mentalidad ecológica esencial para los tiempos que corren.
El proceso de esta empresa es mediante extrusión. Así, la materia prima (granza) es transparente, por lo que es necesario añadirle colorante para conseguir el color deseado en el material. Una vez mezclados en las tolvas de las extrusoras, la mezcla resultante pasa por una boquilla, por medio del empuje generado por la acción giratoria de un husillo (tornillo de Arquímedes) que gira concéntricamente en una cámara a temperaturas controladas, debido a la acción de empuje se funde, fluye y mezcla en el cañón saliendo por una boquilla y debido a un estiramiento vertical y un soplado en sentido transversal, sale creando un globo de plástico.
Espero que el señor Trump y tantos y tantos políticos tomen nota de que las empresas también pueden ser rentables sin dañar el medio ambiente.