Faltan todavía unas semanas para que el frío invernal nos abandone dejando paso de manera definitiva al templado clima de la primavera. Esto quiere decir que, mientras nos acompañen las bajas temperaturas, tendremos que seguir utilizando a pleno rendimiento las calderas y calentadores, que son sin duda nuestros mejores aliados para soportar el periodo comprendido entre los meses de noviembre y marzo.
Por eso resulta incómoda una rotura de dichos aparatos. La antigüedad de muchos de ellos es la principal responsable de que su funcionamiento sea menor o, simplemente, inexistente. Cuando hemos de hacer frente a un contratiempo como tal en pleno invierno tenemos el añadido de que, en lo que se soluciona, nuestra vivienda carece de sistemas que le permitan templar la temperatura de su interior. Para evitar una situación como la descrita, la mejor alternativa consiste en hacerse con calentadores o calderas más modernas y con un funcionamiento más pleno y seguro.
El pasado mes de diciembre me enfrenté a algo parecido a lo que os comentaba más arriba. En casa de mis padres, la caldera y el calentador se encontraban en unas condiciones bastante lamentables. Se trata de una vivienda antigua y en la que apenas se han hecho reformas o cambiado sistemas para mantener el calor. Sin embargo, tanto mis hermanos como yo les hicimos saber a nuestros padres que era necesario un cambio.
Los dos aparatos tenían problemas en cuanto a la bajada de presión, cuestión que propiciaba que la existencia de calor en la vivienda desapareciera. Además, había obstrucciones en la salida de humos y, en concreto, la caldera también tenía averiada la bomba. La conclusión de todos esos problemas era evidente: mis padres necesitaban adquirir dos nuevos electrodomésticos. A buen seguro les saldría más barato hacerse con ellos que reparar los que ya tenían, sin tener en cuenta que pasado un tiempo éstos volverían a producir errores.
Una vez que conseguimos convencerles de la necesidad del cambio, llegaba la hora de decidir de dónde obtener un nuevo calentador y una nueva caldera. Jacobo, nuestro hermano mayor, nos habló entonces de esta empresa de venta de calderas en Madrid, Eco-Coma, una empresa con la que él había instalado los suyos y que al parecer contaba con una diversidad importante de aparatos a un precio ajustado y económico.
Después de visitar su página web y de cerciorarnos de lo que nos contaba Jacobo, tanto a hijos como a padres nos gustaba la idea. Decidimos ponernos en contacto con Eco Cima y adquirir una de sus calderas de gasóleo y un calentador de condensación. Se trataba de aparatos que contaban con los últimos avances tecnológicos y que a pesar de ello no implicaban un desembolso de dinero demasiado grande para la maltrecha economía de dos personas jubiladas.
Soportando con garantías los fríos días de invierno
Tras haber efectuado la compra, llegaba la hora de la instalación de los dos aparatos. Desde Eco Cima pusieron todos los medios para que dicho proceso se completara con la mayor celeridad posible y, en apenas un par de días, el trabajo estuvo hecho. Mis padres, tras varias décadas con los mismos aparatos para dotar de calor a su vivienda, podían al fin disfrutar de la última tecnología para calentar su hogar.
Ya hace casi tres meses desde que se produjo el cambio y, desde luego, ambos están encantados con el nuevo calentador y la nueva caldera. Comentan que este invierno ha sido sin lugar a dudas en el que más cómodos se han encontrado en su propia casa y que apenas han notado el frío que durante estos meses ha protagonizado el ambiente de nuestro municipio.
A nosotros, sus hijos, nos deja mucho más tranquilos que ellos puedan sentirse lo más cómodos posible en sus viviendas. Para las personas mayores es imprescindible estar aislados del frío porque éste afecta a su salud en mayor medida que a los que somos más jóvenes. Con los nuevos sistemas de mantenimiento del calor de los que ahora disponen nuestros padres, estoy seguro de que la suya se no decaerá durante mucho tiempo.