Muchos de nosotros a lo largo de nuestras vidas no hemos oído hablar de los planes de negocio, sin embargo, estos son un producto destacado para las empresas del futuro ya que las posibilidades de éxito aumentan exponencialmente en caso de que el trabajo esté bien hecho.
Así, el plan de negocio es un documento en el que se plantea un nuevo proyecto comercial centrado en un bien, en un servicio, o en el conjunto de una empresa. Y, para ello, en el plan de negocio se estudia el entorno de la empresa, analizando y evaluando los posibles resultados si se lograran los objetivos marcados en el proyecto. Para ello, es importante que el plan de negocio contenga en sus páginas las diversas variables que conforman sus objetivos y los recursos que serán necesarios dedicar a los mismos para iniciar su funcionamiento y para conseguir alcanzar esos objetivos. En este sentido, este documento se redacta antes de la realización de una inversión o al comienzo de un negocio y recoge los sucesivos pasos o etapas necesarios para su desarrollo y consecución de las metas definidas. En ese sentido, es habitual que los emprendedores elaboren uno de cara a plantear su línea a seguir en el futuro o, en el caso de no saber hacerlo, como nos ocurre a muchos de nosotros.
Y es que, como os decimos, muchos de nosotros no sabemos ni por donde empezar a hacerlo y esto se debe, en muchas ocasiones a que nunca hemos visto uno, por lo que para adentrarnos en ellos os diremos que, si nos referimos a la composición del plan, pueden encontrarse generalmente los siguientes puntos de análisis:
- Visión general de la empresa.
- Productos o servicios y cómo se producen.
- Descripción del modelo de negocio.
- Estados de flujo de efectivo. Detallando todos los posibles ingresos y gastos.
- Proyecciones y estimaciones financieras de los ingresos y gastos antes mencionados, así como de otros factores.
- Identificación de la dirección ejecutiva y el equipo directivo.
Del mismo modo, la estructura de este tipo de trabajos suele ser siempre la misma y, en términos generales, su orden es:
- Portada.
- Índice o tabla de contenidos.
- Resumen ejecutivo.
- Definición de negocio.
- Estudio de mercado.
- Estudio técnico.
- Organización del negocio.
- Estudio de inversión y financiamiento.
- Conclusiones y recomendaciones.
Ahora que ya conocemos un poco más los planes de negocio, una de las dudas más habituales que le surge a la gente pasa por saber ¿por qué se debe estructurar correctamente el plan de negocios? Los motivos principales por los que nos conviene idear un buen plan de negocios son múltiples, pero los más importantes tienen que ver con tres elementos: la organización, la viabilidad y el financiamiento externo. En detalle, estos tres elementos obtienen beneficios de una estructura de un plan de negocios porque, en primer lugar, nos facilitará tener una mejor organización en nuestro negocio; sabremos con más exactitud cómo administrar al personal, los recursos, el tiempo y cada paso del proceso que requiera del funcionamiento de nuestro negocio.
En segundo lugar, la estructura de un plan de negocios nos ayudará a identificar qué tan viable es nuestro proyecto de negocio antes de ponerlo en práctica. Esto nos permitirá corregir algunos errores técnicos e iniciar con una tasa menor de riesgos. Y, por último, en tercer lugar, un plan de negocios nos permitirá conseguir financiamiento externo gracias a la viabilidad y nivel de organización técnica y administrativa que estarán aterrizados en la estructura de un plan de negocios. No solo nos ahorraremos problemas futuros y reestructuraciones sobre la marcha que tal vez desaceleren el ritmo de desarrollo de nuestro proyecto, ya que pensar y hacer la estructura de un plan de negocios también nos permitirá tener más claridad sobre nuestra empresa en general.
Las conclusiones y recomendaciones, un punto con más importancia de la que se le da
A forma de cierre del plan de negocio, añade una sección que deje claro por qué la empresa o negocio es viable y rentable: destaca la utilidad de producto o servicio para el nicho hacia el que se dirige y señala las características que la distinguen de la competencia y que hacen diferente e indispensable el negocio. Menciona también la calidad del producto o servicio y la eficiencia en el sistema de producción. Además, en caso de que el producto o servicio se encuentre todavía en un proceso de perfeccionamiento, es conveniente que se señale en este apartado las fortalezas y las propuestas de solución que se han ideado para resolver las debilidades del servicio o producto.