Nuestro país siempre ha sentido un especial gusto y tendencia por la fiesta, ya sea por el buen clima, el carácter alegre de la gente española, las ganas de divertirse, los buenos amigos o simplemente por juntarnos alrededor de una mesa y un exquisito plato de comida, cualquier ocasión o motivo es bueno para reunirnos y disfrutar. Y si además es una fiesta con tanta tradición en España como los carnavales, los cuales, según documentación y reseñas literarias, se celebran desde la Edad Media, la afluencia y concurrencia de multitud de público está asegurada, y todos y cada uno de los asistentes, ya sea de una forma individual o formando parte de un grupo o comparsa, irán ataviados con su mejor disfraz. Antiguamente esta era la única fiesta del año en que las personas se disfrazaban, por lo que la utilizaban para saltarse un poco las normas sociales y esconderse bajo estos ropajes para aprovechar y sacar su postura un tanto desvergonzada a la luz, aunque solo sea por unas horas.
Actualmente las cosas han cambiado mucho, ni la sociedad es tan hermética como antaño, ni nos disfrazamos una sola vez al año. Las empresas del sector han incrementado su volumen de negocio en proporción directa al aumento de ventas, ya que las fiestas u ocasiones en que actualmente solemos disfrazarnos se han multiplicado también. Algunas de las que fiestas a las que hoy en día solemos ir ataviados con un disfraz, además del ya tradicional carnaval, suelen ser:
- También conocido como “Día de Brujas”, “Víspera de Todos los Muertos” o “Samaín”, es una fiesta que se celebra internacionalmente cada 31 de octubre. Esta fiesta atrae cada año a multitud de niños y jóvenes que, con su juego de “truco o trato” y sus terroríficos vestuarios de muertos vivientes, brujas, zombis, vampiros, etc., disfrutarán el día.
- Fiestas de cumpleaños. Cada niño tiene marcado en el calendario su día especial que disfrutará junto a sus amiguitos y compañeros del colegio. Pero una celebración de este tipo siempre ha de ir complementada con las mejores guirnaldas, por lo que en Idealfiestas podemos encontrar velas, vajillas de un solo uso, postales de felicitaciones, letras y números LED… que harán de la jornada un día muy especial, sobre todo para los más jóvenes de la casa.
- Despedidas de solteros/as. Cada vez son más comunes las fiestas que celebran los amigos/as del novio/a en honor a este para dejar atrás su actual estado civil y cambiarlo tras pasar por el matrimonio. En estas fiestas todos van disfrazados conforme a un tema elegido.
- Fiestas de Navidad y Fin de Año. Cambiar los trajes de fiesta y etiqueta que solemos vestir en estas fechas por otros más divertidos y acordes con estas fiestas, como Papá Noel, Santa Claus, Rey Mago, etc. es una buena opción, sobre todo cuando hay niños pequeños en la fiesta.
- Carnavales de verano. Estas fiestas nacieron, en principio, hace unos 15 años aproximadamente como un reclamo turístico y/o para dar un nuevo impulso al sector hostelero, sin embargo, a día de hoy son muchas las localidades que ya tienen totalmente asentadas este tipo de fiestas que cada año se superan en número de asistentes.
- Fiestas temáticas. Hoy en día muchos particulares y comisiones de fiestas populares organizan fiestas con un tema base para que sus invitados o la gente que acuda a dicha fiesta acuda vestida bajo un tema común, como una fiesta hawaiana, hippie, años veinte, medieval, años setenta, el viejo oeste, etc.
La relación de determinadas profesiones con los cambios de vestuario
Son varias las profesiones que están íntimamente ligadas a cambios de vestuario y utilización de accesorios como pelucas, postizos, sombreros, maquillaje, etc. Profesiones como la de actor o actriz de teatro o de cine, en las que los actores que intervienen en la representación de una obra de teatro o los actores que integran el reparto de una película de cine se visten adecuadamente para dar veracidad y caracterización al personaje y a la situación que están representando ante un público, a la vez que facilitan a ese público una información clave sobre el personaje a primera vista. En este caso, aunque se trata de transformar u ocultar a la persona que realiza la interpretación, no hablamos de un disfraz propiamente dicho, sino más bien de vestuario. Esta es la gran diferencia que existe entre un disfraz y el vestuario escénico, ya sea de teatro o de cine. De igual modo ocurre con los personajes que interpretan una ópera, una zarzuela, un musical, etc.