Estamos en España y ya sabemos lo que eso ha supuesto para un negocio como lo es el de la construcción. Durante la segunda mitad del siglo XX, nuestro país fue una verdadera referencia en esta materia, siendo este el principal motor de la economía nacional. Cuando llegó la crisis iniciada en el año 2007, los problemas empezaron a sobrepasar a muchas empresas y lo cierto es que se experimentó un decrecimiento brutal. Ahora, las cosas vuelven a su cauce y la construcción vuelve a vivir un periodo de crecimiento que ni siquiera el coronavirus ha logrado echar por tierra.
¿Qué es lo que ha permitido que este negocio siga para delante con datos muy parecidos a los que reflejaron las mejores épocas de la construcción en España? Pues un cambio de mentalidad. En concreto, el cambio de mentalidad que ha supuesto pasar del construir obra nueva desde cero… a rehabilitar edificios que ya son antiguos y que requieren de una reforma para seguir teniendo esa seguridad y comodidad que, como seguramente sepáis, son claves para garantizar la calidad de vida de la gente. La rehabilitación es el presente y también el futuro en la industria de la construcción.
Hay que tener presente una cosa a la hora de analizar por qué se ha producido este cambio: el ‘boom’ de la construcción empezó en los años 60 en España. Imaginaos la cantidad de años que tienen esos edificios, y también los que fueron construidos en las dos o tres décadas siguientes. Todos esos edificios necesitan ahora una reforma porque el tiempo no pasa en balde y ha ido desgarrando algunas de las ventajas y cualidades que tenían esos edificios en el momento de su construcción. Y eso requiere que alguien, de nuevo la industria de la construcción, vuelva a entrar en escena para corregirlos.
Una noticia publicada este mismo verano por el diario El País indicaba que la rehabilitación de edificios era toda una oportunidad para la industria de la construcción de nuestro país porque, además de que se trata de una cuestión necesaria para un importante porcentaje de ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, también va a ser una actividad que va a venir sufragada, al menos en parte, por la Unión Europea. Eso ya sabéis que es importante para que estos proyectos se ejecuten de una manera más rápida y eficaz.
Queda mucho trabajo por delante, eso lo podéis dar por seguro. Según otra noticia, en este caso publicada por la página web del diario El Español, España tendrá que rehabilitar diez millones de viviendas desde ahora mismo hasta el año 2050. No es un asunto fácil de asimilar, desde luego, pero es un trabajo que es necesario acometer y, además, a la mayor brevedad posible porque el tiempo corre en nuestra contra y porque hay una enorme cantidad de edificios y viviendas en España que se van degradando como consecuencia del simple paso del tiempo, que corre más rápido de lo que a veces creemos.
La demanda de rehabilitaciones de viviendas y edificios lleva varios años (sin contar la pandemia) ascendiendo de manera notable según han desvelado los profesionales de Geneop. Y no es algo que nos deba pillar por sorpresa. La industria de la construcción ha levantado millones de viviendas y edificios por todo el país durante muchas décadas y, ahora, lo que es imprescindible es que todo eso se rehabilite para evitar que la degradación ocasionada por el paso del tiempo vaya a más. Hablamos de una cuestión que tiene que ver con la seguridad y comodidad de las personas que habitan esas viviendas y edificios y ya sabéis que con eso no se juega.
Una industria que ya está siendo importante para el PIB
La construcción ha resurgido y vuelve a ser importante dentro del Producto Interior Bruto. Una cosa es cierta, y es que el turismo ya se ha destapado como la principal actividad económica de España. Para la industria de la construcción no tiene que ser importante superar a ese turismo. Lo que debe ser importante es que se acometan trabajos de calidad y que permitan que la vida de la gente sea mejor de lo que, a día de hoy, es.
Estamos seguros de que va a ser así. Las cosas dentro de esta industria se hacen bien y lo cierto es que la cantidad de buenos profesionales que existe, la disposición de una muy buena tecnología y la experiencia acumulada son factores que van a jugar a nuestro favor para estas cosas. Por tanto, podemos decir que la industria de la construcción ha vuelto y que ya es clave en el desarrollo económico de nuestro país. Quien niegue esto, desde luego, estará negando la más absoluta de las evidencias.