Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, de eso no cabe duda. Pero de lo que si que hay dudas es de lo fuerte que pisan, ya que con el uso masivo de las redes sociales y la pérdida de valores, estamos viendo cómo las nuevas generaciones están cada vez más desconectadas del resto de generaciones.
Y esto se debe principalmente a un factor muy importante, la pérdida de valores. No, en este artículo no vamos a decir que con el servicio militar obligatorio muchas cosas cambiarían. Esto es algo que no entramos a valorar, pero lo que si que valoramos es que las nuevas generaciones se comportan de manera muy diferente al resto. Y cuando esto ocurre, es que algo falla, que algo no se transmite como es debido.
En el ámbito empresarial ha pasado algo igual, y pese a que la comparación entre educación y empresa pueda ser difícil, no lo es. Hasta hace no mucho las empresas no tenían entre sus valores principios como la satisfacción del cliente en detrimento del interés de la empresa, o el respeto al medio ambiente.
Pero han tenido que cambiar sus principios para añadir principios empresariales que den valor a su empresa, más allá que lo que hacen. Porque precisamente este añadido es lo que hace que los consumidores generen sentimientos por las empresas, y por tanto, tengan una mejor reputación en el mercado.
Cómo transmitir estos valores
Se puede decir que los valores son convicciones profundas que determinan la forma de actuar y de pensar, por lo tanto, otorgan características que ayudan a definir a aquellos que los poseen. Para las empresas, los valores son la carta de presentación que rige el ADN corporativo y, en consecuencia, los profesionales que en ellas trabajan están más comprometidos con la causa si la comparten.
Sin embargo, esta complicidad es muy difícil que exista sin una buena transmisión que ayude a conseguir el éxito y la promoción de los valores corporativos en la sociedad. Para empezar, los valores han de estar bien definidos para que lleguen con claridad a los receptores, huyendo de la subjetividad del individuo para evitar la libre interpretación.
Las escuelas, institutos y universidades son un buen canal para transmitir el mensaje para aquellos que empiezan a tomar responsabilidades en la sociedad. Esto se consigue educando en casa y en estos centros, ya que de otra manera estaríamos en una situación como en la actual, que los valores se diluyen como el café americano.
A pesar de esto, existen muchas escuelas y centros de aprendizaje que ponen mucho énfasis en los valores. Tradicionalmente esto ha sido así en los centros formativos de carácter religioso, en los que se enseñaban los valores de la religión, y estos eran objeto de examen a lo largo del aprendizaje.
Actualmente siguen enseñándose principios en estos centros de aprendizaje religioso, pero también en otros centros que no profesan una religión, como Formatic Barcelona, una institución educativa privada fundada el año 1974, que a lo largo de toda su trayectoria ha impartido enseñanzas relacionadas con el ámbito del turismo, la comunicación y la empresa.
Para finalizar diremos que el éxito de las nuevas generaciones se basa en el aprendizaje de los principios actuales, solo de esta manera tendrán la base para entender a la sociedad actual, y solo así podrán crecer en armonía con las demás generaciones.